Escuela de Pacientes del Servicio Riojano de Salud
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Existen varias opciones de tratamiento cuando los riñones dejan de funcionar: Diálisis (puede ser peritoneal: manual o automática con cicladora, o hemodiálisis), trasplante renal (de vivo o de cadáver) y tratamiento conservador.

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Cuando la función renal ha llegado a su fin las opciones de tratamiento que hay son:

1. Diálisis:

La diálisis es la técnica que sustituirá parcialmente  la función de los riñones. Para ello, se utiliza una membrana que contacta con la sangre, que actúa a modo de filtro a través de la cual se produce la filtración de la sangre imitando a lo que harían los riñones. Hay funciones como la formación de Eritropoyetina para combatir la anemia y la producción de la Vitamina D para fortalecer los huesos que no realiza la diálisis y por tanto hay que añadir este tratamiento.

Hay dos tipos de diálisis, la diálisis peritoneal y la hemodiálisis.

1.1. La Díalisis Peritoneal

Es una técnica sencilla que se realiza en el domicilio (es una opción domiciliaria de diálisis), que se realiza en el abdomen utilizando como filtro la membrana natural  del peritoneo. El tratamiento se realiza a lo largo de todo el día imitando a la depuración de sus riñones.

Esta diálisis consiste en introducir un líquido especial (líquido de diálisis) a través de un tubo fino blando de silicona que se ha colocado previamente (aproximadamente 1 mes antes) en la pared del abdomen y que atrae agua y toxinas desde la sangre. Además también aporta a la sangre sustancias deficitarias.

El líquido de diálisis se recambia periódicamente dependiendo del tipo de diálisis.

Hay dos tipos de diálisis peritoneal:

a. Diálisis peritoneal manual (CAPD):

Durante el día se realizan 3-4 intercambios de líquido, dejando el último toda la noche en el abdomen. Generalmente cada recambio se realiza en 20-30 minutos.

b. Diálisis peritoneal automática o con cicladora (DPA)

Una máquina llamada cicladora realiza durante la noche los recambios del líquido peritoneal, mientras usted duerme, según la programación que ha previsto su Nefrólogo. Por lo general, el último recambio quedará en su abdomen, hasta que vuelva a conectarse de nuevo a la cicladora por la noche. En algunos casos, es necesario un recambio de líquido adicional durante el día, que se hará con la técnica manual.

Es importante que el abdomen no tenga cicatrices o hernias sin reparar, pero según el lugar de las cicatrices puede ser perfectamente viable.

No es necesario que usted tenga ninguna formación sanitaria. Cuando llegue el momento, recibirá un entrenamiento personalizado y adaptado a sus necesidades y durante el tiempo que usted precise.

En su domicilio tampoco precisa de medidas extraordinarias, más allá e una limpieza adecuada de la habitación (o dormitorio) y espacio suficiente para el material de diálisis que le será suministrado mensualmente por la empresa adjudicada.

1.2. La Hemodialisis

Es la que se realiza pasando  la sangre a través de un filtro externo artificial y biocompatible. En este filtro es donde se realiza la función de limpieza y ajuste del volumen de agua y composición de la sangre.

Para poder realizar el tratamiento, será necesario disponer de un acceso a su sangre de buen calibre (acceso vascular) para poder tratar el mayor volumen de sangre durante la sesión de hemodiálisis y conseguir la máxima eficacia del tratamiento. Este acceso se consigue mediante una intervención en el brazo para unir una arteria con una vena (fístula arteriovenosa) o mediante la colocación de un pequeño tubo de plástico biocompatible (catéter) en una vena del cuello o la pierna. Siempre es preferible la primera opción.

La técnica se puede realizar en el domicilio (hemodiálisis domiciliaria) o en unidades hospitalarias. Es la opción domiciliaria alternativa a la diálisis peritoneal cuando esta no es posible para usted.

Las sesiones de hemodiálisis hospitalaria se realizan generalmente 3 días a la semana durante 3,30-5 horas de duración, dependiendo de circunstancias individuales.

En el caso de hemodiálisis en el domicilio, el tratamiento suele ser de 5 sesiones semanales de 3 horas de duración. Es recomendable que en esta opción de diálisis colabore otra persona y que permanezca en el domicilio mientras usted se realiza el tratamiento. Usted y su cuidador no necesitan tener ningún conocimiento sanitario previo y recibirán un entrenamiento individualizado y adaptado a sus necesidades.

¿Qué diferencias hay entre ambos tipos de diálisis?

A grandes rasgos, ambas técnicas son superponibles en su función de sustituir parcialmente la función renal.

La diálisis domiciliaria le permite elegir entre las 2 opciones de diálisis (peritoneal y hemodiálisis) según sus preferencias o recomendaciones clínicas. Es importante considerar que cualquier opción de diálisis domiciliaria le permitirá adaptar mejor el tratamiento a su vida familiar, social y laboral y por tanto conseguir mejora calidad de vida en diálisis. Usted participará activamente en su tratamiento y esto le dará autonomía, confianza y le ayudará a sentirse menos enfermo.

La hemodiálisis hospitalaria o en centro de hemodiálisis viene determinada por desplazamiento a la unidad de hemodiálisis al menos 3 días a la semana en horarios establecidos.

2. Transplante renal:

Sin duda, es la mejor opción de tratamiento de la insuficiencia renal, tanto por una mayor supervivencia, como por una mejor calidad de vida y esto es así para cualquier edad.

Cualquier persona en diálisis que no tenga una contraindicación absoluta para ser trasplantado, debe de ser valorado para ver si cumple los criterios para ser incluido en lista de espera de TRASPLANTE RENAL DE CADÁVER.

Hoy en día además, se contempla siempre la opción del TRASPLANTE RENAL DE VIVO que puede ser de un donante familiar o incluso no familiar. Este último caso, puede precisar la opción de trasplante renal cruzado entre personas no emparentadas, ni conocidas, buscando el mejor donante para cada caso.

La opción del trasplante renal de vivo se puede considerar en cualquier momento a lo largo de la evolución de la enfermedad a fin de poder completar el estudio del donante-receptor y realizar el trasplante, preferiblemente, antes de iniciar diálisis.

3. Tratamiento conservador:

La  decisión final de optar o no al tratamiento de diálisis le corresponde a usted o a sus tutores legales, tras disponer de la información completa, suficiente y adaptada a sus circunstancias. Será una decisión meditada, compartida con la familia y el personal sanitario que le atiende, quien le ayudará a resolver sus dudas y temores. Su decisión será en todo momento respetada por el personal sanitario.

El objetivo del tratamiento de diálisis es permitirle mantener una vida con calidad, sin sufrimiento, tolerando las propias incomodidades del mismo. Es por ello, que dependiendo de sus circunstancias de enfermedad renal y otras enfermedades muy limitantes del corazón, hígado, cánceres mal controlados, deterioro general por edad muy avanzada, etc. el tratamiento de diálisis no consigue ninguno de sus objetivos comentados y por el contrario añade sufrimiento y complicaciones. En estos casos, el tratamiento con diálisis no se contempla como una opción deseable y hablamos de tratamiento conservador.

En la opción de tratamiento conservador, usted continuará realizándose los controles habituales en la consulta, ajustándose el tratamiento según la evolución, para que en todo momento mantenga la situación clínica más confortable. Por otro lado y en fases avanzadas, se dispondrá además de la colaboración de la Unidad de Cuidados Paliativos, de cara a un apoyo para usted y su familia en los momentos finales.