El catéter permanente es su acceso de diálisis y precisa unos cuidados específicos dirigidos a alcanzar su máxima duración, con las menores complicaciones posibles.
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El catéter permanente es actualmente su acceso de diálisis y este puede ser provisional hasta que disponga de un acceso vascular quirúrgico (Fístula arteriovenosa nativa o injerto de goretex) o definitivo por no ser posible otro acceso vascular.
En ambos casos los cuidados son los mismos y están dirigidos a alcanzar la máxima duración del catéter y las menores complicaciones (fundamentalmente desplazamientos del catéter e infecciones del orificio, del trayecto bajo la piel e incluso de la sangre o sepsis). Por ello el personal de la Unidad de Diálisis que le atiende establece unas medidas de manipulación, control y seguimiento minuciosas y es muy importante que usted contribuya a estos cuidados tanto durante la sesión de hemodiálisis como en su domicilio:
- No levante ni movilice el apósito del catéter
- Mantenga adecuada higiene personal, cambio y lavado frecuente de la ropa que habitualmente contacta con el apósito del catéter
- Ducha habitual protegiendo la zona torácica del catéter mediante film, haciendo envoltura totalmente oclusiva. Se recomienda al menos ducha el día de diálisis para el cambio del apósito durante la sesión, en caso de que esté húmedo
- En caso de que usted sea portador de catéter en el tórax (yugular), se recomienda no utilice ropa interior, pero si utiliza camiseta de tirantes, acuda a la sesión de diálisis con una camiseta con tirantes que se puedan soltar mediante velcro.
- Intente evitar tracciones y tirones
- Evite la manipulación o lavado fuera de la Unidad de Hemodiálisis o por personal que no sea de Nefrología
- Comente con el personal de la Unidad de Diálisis, la aparición de picor, dolor en la zona del catéter o fiebre.