La ausencia de cuidados apropiados del catéter y orificio puede conducir a infección de los mismos, por lo que son precisos los siguientes cuidados diarios:

• Póngase la mascarilla y lávese las manos con agua y jabón y cepíllese las uñas.
• Ponga suero salino hipertónico y déjelo un mínimo de 5´- 10´.
• Séquelo con gasa estéril no dejando ningún resto de humedad, sin frotar.
• Si fuera necesario se le indicará en la unidad de c.a.p.d. si debe poner algún tratamiento.
• Debe llevarlo siempre tapado.
• No lo toque con las uñas, nunca debe “hurgarse el orificio”.
• Sujete el prolongador a la piel de manera que el catéter no sufra tirones que puedan lesionar el orificio.
• Todo el proceso se realizará tras la ducha corporal. No bañarse, no dirigir el chorro de agua directamente, no frotar con esponjas.

La colocación del catéter se realiza en quirófano con anestesia local, por lo que las molestias son mínimas, tanto durante la implantación como en su día a día.

Es importante que realice los cuidados adecuados, para alargar la vida de su catéter:

• No levante, ni movilice el apósito.
• Higiene corporal adecuada (ducha diaria protegiendo la zona del catéter)
• Evite tirones y tracciones del catéter.
• Evite la utilización del catéter por parte de personal que no sea de nefrología.
• Ante la aparición de picor, dolor en la zona del catéter o fiebre, coméntelo con el personal de la unidad.

• Toma de tensión: no se realizará en el brazo con fistula.
• No debe realizarse extracciones de sangre ni punciones.
• No debe llevar prendas apretadas, relojes o pulseras que le compriman.
• No levante ni trasporte pesos excesivos con ese brazo.
• Procure no dormir sobre el brazo de la fístula.
• Evite golpes y heridas en su brazo.
• Si la fístula deja de latir, no nota el flujo, está endurecida, sangra y siente un dolor agudo, acuda al servicio de urgencias.