El paciente con diabetes debe saber acerca de los medicamentos que está tomando: su nombre, para qué sirven (disminuir la glucosa en sangre, bajar la presión arterial, reducir el colesterol...), como actúan (aumentando la liberación de insulina por el páncreas, mejorando el aprovechamiento de la insulina, retrasando la absorción de la glucosa en el intestino...), como se toma (número de veces al día, horario, relación con las comidas...) y sus principales efectos perjudiciales (capacidad de bajar excesivamente la glucosa en sangre (hipoglucemias), aumento de peso, diarreas...). En caso de no disponer de toda esta información se le puede pedir al médico, al farmacéutico o a la enfermera, quienes estarán encantados en facilitarla. Para ello será necesario, en caso de no conocerlo, dar a conocer en que consiste la diabetes, el papel de la insulina y de la glucosa en el organismo, la influencia de la alimentación y del ejercicio; así como las posibles consecuencias del exceso de glucosa en sangre al cabo del tiempo. Una cuestión que en muchas ocasiones se plantea es la duración que debe tener el tratamiento, el cual en principio y de manera general, es indefinido. También es importante saber que en ningún caso debe hacer el propio paciente modificaciones en las dosis o las pautas, a menos que haya sido adiestrado para ello, como ocurre en algunos casos en que el paciente puede modificar la dosis del tratamiento en función de los valores de glucosa en sangre o del ejercicio que haya realizado o de lo que haya comido. Por lo tanto y en resumen las cosas que los pacientes deben conocer acerca de su tratamiento son:
- Nombre del fármaco.
- Efectos que produce. Posología.
- Acción y duración del fármaco.
- Necesidad de tomarlo o administrarlo antes, durante o después de las comidas, y el porqué.
- En el caso de los hipoglucemiantes orales o la insulina, conocer sus efectos secundarios (por ejemplo, la hipoglucemia), reconocer los síntomas y saber su tratamiento y prevención.
- Hacer partícipes de toda esa información a los familiares o amigos más cercanos, para que sepan cómo deben actuar ante una posible situación aguda.
- Conviene ir identificado para que, en caso preciso, el tratamiento necesario no se retrase