Los pacientes con diabetes forman parte del grupo de riesgo que se beneficia de vacunación contra el virus de la gripe anual y del neumococo (al diagnóstico de diabetes y a los 5 años) debido a la capacidad de ambos agentes infecciosos de producir enfermedades febriles potencialmente graves.
Se considera grupo de riesgo al paciente diabético porque las enfermedades infecciosas febriles complican el control glucémico: elevando los niveles de glucosa en sangre, produciendo deshidratación y, en ocasiones, disminución de apetito y de la ingesta.
Además, la diabetes debilita el sistema inmune y nos hace más vulnerables a las infecciones. Los niveles elevados de glucosa en sangre alteran el funcionamiento de las células encargadas de defendernos y favorecen el crecimiento de algunos microrganismos (especialmente hongos). Así, estos pacientes tienen más riesgo de sufrir infecciones de tejidos blandos como piel, sistema urinario, boca y vías respiratorias.