Escuela de Pacientes del Servicio Riojano de Salud
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La diabetes mellitus es la primera causa de amputación no traumática de extremidades inferiores. Éstas son más frecuentes en varones de más de 10 años de evolución de diabetes, con mal control y con otras complicaciones asociadas. Resulta imprescindible que las personas con diabetes reciban educación sobre cómo cuidar sus pies.

En el paciente con diabetes existen dos complicaciones crónicas que pueden poner en peligro la integridad de sus pies.  Por un lado, la arteriopatía periférica condiciona una disminución del aporte sanguíneo a las extremidades inferiores produciendo una “mala circulación” en el 12-23% de los diabéticos.  Por otra parte,  la neuropatía diabética condiciona una disminución de la sensibilidad en los pies, con pérdida de reflejos musculares profundos y alteración de la biomecánica del pie. Por ello, en las personas con diabetes existe una mayor facilidad de ulceración e infección de las úlceras que puede conllevar amputaciones.

Los pies hay  que revisarlos periódicamente para detectar la aparición de heridas, zonas enrojecidas o callosidades, para ello puede requerir un espejo o la ayuda de otra persona. Debe mantener una higiene adecuada: lavarlos cada día con jabón neutro, comprobando la temperatura del agua (<37 ºC), secándolos con cuidado y manteniendo la piel hidratada. Las uñas deben cortarse rectas, para evitar la “uña encarnada”. Es recomendable que acuda a un podólogo experto, especialmente si aparecen callosidades u otros problemas.