Escuela de Pacientes del Servicio Riojano de Salud
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El alcohol puede inducir hipoglucemias, especialmente en pacientes con diabetes en tratamiento con insulina u otros antidiabéticos,  por lo que es fundamental la educación en relación a su consumo.

El alcohol inhibe la producción hepática de glucosa. Esta glucosa producida por el hígado es la principal fuente de glucosa del organismo cuando estamos en ayunas. Por ese motivo, el alcohol aumenta el riesgo de hipoglucemias en ayunas, éstas son duraderas, con tendencia a la disminución de glucemia  durante 4-6 horas tras la ingesta enólica.

Por otra parte, el alcohol anula los síntomas iniciales de una hipoglucemia (temblor, sudoración, palpitaciones…) al atenuar la respuesta beta-adrenérgica, haciendo que las hipoglucemias sean más graves por no haberse identificado precozmente.

Por otro lado, el alcohol tiene un aporte de calorías significativo (7 Kcal/g) que puede favorecer el sobrepeso, con sus consecuencias perjudiciales sobre la diabetes. Además, aumenta los triglicéridos en sangre.

El paciente diabético que consume alcohol, ha de hacerlo con moderación y conociendo muy bien su respuesta a él.  Se desaconseja  su consumo en pacientes diabéticos con triglicéridos elevados o mal control diabético.