Esta pregunta puede interpretarse de dos maneras: distribución de nutrientes o distribución horaria.
En cuanto a nutrientes, aproximadamente el 15% de las calorías corresponden a proteínas. Por otro lado, las grasas saturadas deben ser menos del 10%, y las grasas poliinsaturadas alrededor del 10%, lo cual deja un 65%-70% para repartir entre hidratos de carbono y grasas monoinsaturadas (como el aceite de oliva). En este último punto no se pueden dar recomendaciones generales, se debe considerar los gustos personales, las costumbres, la presencia o no de obesidad, de enfermedad cardiovascular, y otros factores.
En relación con el horario, la distribución en 5 o 6 comidas de forma general no tiene mucho apoyo científico. De nuevo deben considerarse gustos, costumbres, horario de trabajo, actividad física, y otras consideraciones individuales. Algunos tipos de tratamiento, fundamentalmente las insulinas, pueden condicionar el reparto de hidratos de carbono a lo largo del día para evitar oscilaciones de los niveles de glucosa. Aunque la filosofía general es intentar adaptar el tratamiento a la dieta de la persona y no al revés, en ocasiones esto no se puede porque la cinética de los fármacos es a veces muy rígida.