Escuela de Pacientes del Servicio Riojano de Salud
Ir a la portada

Se puede afirmar que la diabetes, en general, no modifica el rendimiento escolar.

No obstante, tanto la capacidad de concentración como la intensidad de la actividad física pueden disminuir en situaciones de hipoglucemia.

Por ello, para un niño diabético es importante que sus actividades diarias sean lo más regulares posible, tanto en intensidad como en horarios. La infancia es el momento adecuado para que un diabético aprenda las habilidades necesarias para el cuidado de su salud.

La hiperglucemia puede tener algunos efectos sobre la capacidad física: cansancio excesivo, calambres musculares, «nerviosismo» y necesidad de orinar con más frecuencia.  Sin embargo, los síntomas y limitaciones son más evidentes en hipoglucemia, los niveles bajos de glucosa producen alteraciones en el sistema nervioso central (cerebro) y sistema circulatorio que afectan al nivel de atención, actividad y concentración, y no se solucionan hasta que la  glucemia se ha recuperado.

El profesorado del niño es necesario que reciba un entrenamiento básico sobre diabetes y el uso de glucómetros, insulina y glucagón. Además, todos los niños con diabetes deben tener fácil acceso en la escuela a su glucómetro, insulina y alimentos.

Una etapa especialmente delicada en el manejo de la diabetes es la adolescencia, por la necesidad de independencia de los padres y el rechazo habitual hacia la enfermedad. Es necesario facilitar apoyo, comprensión y supervisión para conseguir la aceptación de esta patología.