Escuela de Pacientes del Servicio Riojano de Salud
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Existen determinadas situaciones en las que el control de la diabetes puede verse afectado y que requieren una consideración más detallada. En este apartado abordaremos estas circunstancias.

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Existen determinadas situaciones en las que el control de la diabetes puede verse afectado y que requieren una consideración más detallada. En este apartado abordaremos estas circunstancias.

Días de enfermedad

Las infecciones son la causa más frecuente de descompensación de la diabetes. La mayor parte de enfermedades infecciosas, sobre todo aquellas que cursan con fiebre, se asocian con un aumento de los niveles de glucosa en sangre (hiperglucemia). Esto se debe a que el organismo eleva la producción de determinadas hormonas para luchar contra la infección, y secundariamente provoca el aumento de glucosa en sangre. Por otra parte, aunque menos frecuente, en aquellas enfermedades en las que se afecta el sistema digestivo (náuseas, vómitos o diarreas) puede haber alteración de la ingesta o de la absorción de hidratos de carbono y riesgo de bajada de los niveles de glucosa (hipoglucemias).

¿Cómo actuar ante una enfermedad intercurrente?

  • Aumente la frecuencia de los autocontroles de glucemia capilar. Si, durante dos días, estos controles superan las cifras indicadas para usted, aun cuando no note nada, póngase en contacto con su equipo médico.
  • Asegure una adecuada hidratación. La mayor parte de enfermedades infecciosas van a acompañarse de fiebre y sudoración con riesgo de deshidratación. Beba más agua de la habitual, incluso sin sed, para no deshidratarse.
  • No deje nunca de ponerse la insulina, incluso puede ser necesario aumentar la dosis del tratamiento si la hiperglucemia se mantiene más de 2-3 días.
  • Si sigue tratamiento con insulina, y presenta hiperglucemia >300mg/dl compruebe con las tiras reactivas si tiene acetona en orina, sobre todo si asocia náuseas o vómitos.
    • Si la acetona es negativa, la situación no indica un riesgo de descompensación inmediato.
    • Pero si la acetona es positiva, debe ponerse en contacto con su médico.
  • Ante la falta de apetito o si presenta vómitos o diarrea intensa realice una dieta en la que intente asegurar un aporte de 100 gramos de hidratos de carbono al día. Si los vómitos continuaran con imposibilidad para la ingesta oral, contacte con su médico.

Análisis, pruebas médicas, cirugía

La diabetes, en principio, no contraindica ninguna prueba ni intervención quirúrgica, pero será conveniente que esté bien controlada antes de la misma.

Análisis en ayunas: Retrase la toma de fármacos antidiabéticos e insulina hasta que desayune.

Pruebas médicas: Según el tipo de prueba y si precisa o no mantener horas de ayuno, es probable que deba ajustar el tratamiento de la diabetes. Ante pruebas complejas, cirugía o dudas en el manejo, consulte con su médico.

Como normas generales deberá:

  • Mantener la insulina basal, aunque puede ser necesario reducir la dosis.
  • Si sigue tratamiento con insulina rápida y la prueba le permite desayunar y/o comer, debe ponerse su insulina rápida habitual correspondiente.

Viajes y vacaciones

En general la diabetes no debe suponer una limitación para la frecuencia o el tipo de viajes que realicemos; sin embargo, es recomendable realizar una buena planificación previa.

¿Cómo actuar ante un viaje?

En el control de la diabetes influyen sobre todo tres factores: la alimentación, los fármacos (antidiabéticos orales o insulina) y el ejercicio, y serán por tanto factores esenciales a tener en cuenta en nuestro viaje.

  • Infórmese de la diferencia de hora local, temperatura, sistema sanitario del país y vacunación previa necesaria.
  • Si viaja al extranjero, es recomendable que se informe de las comidas típicas del país al que viaja y conozca el efecto que pueden tener sobre su glucosa en sangre.
  • El ejercicio aumenta la sensibilidad a la insulina. Por tanto, si realiza mayor actividad física durante el viaje, puede ser preciso aumentar la ingesta de hidratos de carbono para evitar hipoglucemias, o disminuir fármacos potencialmente hipoglucemiantes como son la insulina, sulfonilurea o repaglinida.
  • Aumente el número de determinaciones de glucemia capilar para un mejor control.
  • Lleve un informe redactado por el equipo médico en la que se incluya su diagnóstico, el tratamiento que recibe y lo que debe llevar consigo durante el viaje.
  • Si viaja al extranjero conviene llevar el informe también en inglés.
  • Lleve una provisión suficiente de medicación y utensilios necesarios para el control de la diabetes (insulina y/o fármacos por duplicado, glucómetro, tiras reactivas de glucemia y cetonuria si precisa, y glucagón si toma medicación hipoglucemiante).
  • Lleve consigo alimentos que contengan hidratos de carbono de absorción rápida (zumos, bebidas azucaradas) y lenta (galletas, barritas).
  • Si viaja en avión o barco, lleve la medicación en el equipaje de mano, no lo facture. Los scanner de los aeropuertos no estropean la insulina.

Fiestas y celebraciones

A la hora de comer en fiestas y celebraciones tenga en cuenta las recomendaciones de alimentación explicadas en el capítulo específico, así como las comidas con mayor efecto hiperglucemiante.

En caso de tratamiento con insulina rápida habrá que adaptar la dosis de acuerdo a las ingestas, recordando además que en las celebraciones pueden predominar las proteínas y grasas sobre los hidratos de carbono.

Alcohol

La mejor bebida para acompañar la comida es el agua. Limite el consumo de alcohol. Tener en cuenta además que se trata de una bebida con alto valor calórico..

El principal riesgo de la ingesta de alcohol en una persona con diabetes en tratamiento con insulina o fármacos como sulfonilureas, o repaglinida, es sufrir una hipoglucemia. Si además de beber alcohol, se realiza ejercicio (como bailar), los riesgos de presentar una hipoglucemia se incrementan. Será conveniente realizar más controles de glucemia capilar.

Hay que tener en cuenta que las hipoglucemias producidas por consumo de alcohol no se corrigen con glucagón, ya que éste estimula al hígado para que libere glucosa, y el alcohol impide ese proceso. Por tanto, las hipoglucemias por alcohol se corregirán con la ingesta de hidratos de carbono o si se hubiera pérdida de consciencia, mediante la administración de glucosa intravenosa en el hospital.