Escuela de Pacientes del Servicio Riojano de Salud
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Es la diabetes que se detecta por primera vez durante el embarazo.

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¿Por qué se produce?

Durante el embarazo, un órgano llamado placenta se desarrolla en el útero. Conecta la madre con el bebé y se encarga de que el bebé reciba suficiente alimentos. La placenta libera unas sustancias u hormonas que bloquean la acción de la insulina en el cuerpo de la madre, es decir producen resistencia a la insulina. Para vencer esta resistencia, se estima que la mujer embarazada necesita una cantidad de insulina hasta tres veces más alta. La diabetes gestacional se inicia cuando el páncreas no puede producir toda la insulina que se necesita en el embarazo. Sin suficiente insulina, la glucosa no puede salir de la sangre y convertirse en energía dentro de las células. El nivel de glucosa sube, porque se acumula en la sangre, produciendo hiperglucemia.

La diabetes gestacional afecta al 5-10% de las mujeres durante el embarazo.

Pero es más frecuente en mujeres con los siguientes factores de riesgo:

  • Edad superior a 35 años
  • Obesidad (índice masa corporal >30 kg/m2)
  • Antecedentes de diabetes tipo 2 en familiares de primer grado
  • Antecedentes de abortos de repetición.
  • Antecedentes en embarazos anteriores de: diabetes gestacional, mortalidad o malformación fetal o partos macrosómicos (peso superior a 4 kg).
  • Enfermedades predisponentes (Sme ovario poliquístico…etc)



¿Cómo se diagnostica?

La diabetes gestacional generalmente no produce síntoma o molestia alguna. Por esta razón, para ponerla en evidencia toda mujer gestante debe ser sometida al correspondiente análisis de azúcar en sangre (o glucemia) durante el embarazo, tras haber ingerido una bebida con glucosa. Se realiza un test preliminar, que si es positivo se confirma con otro test más largo.

Estos estudios se efectúan habitualmente entre la semana 24 y 28 de embarazo (es decir, quinto mes de embarazo). A veces se realizan antes, por ejemplo, si ha existido diabetes gestacional en embarazos anteriores.



¿Cómo puede afectar la diabetes al embarazo y al feto?

La diabetes gestacional es un trastorno leve para la madre, pero puede ocasionar complicaciones en el curso del embarazo. Es más frecuente que se produzcan contracciones antes de tiempo (o amenaza de parto prematuro), subidas de tensión arterial (lo que llamamos preeclampsia), aumento de líquido amniótico (es decir, un polihidramnios) o infecciones urinarias y vaginales

Los riesgos para el feto cuando no se controla la diabetes gestacional son:

  • Macrosomías o aumento del peso en el momento del nacimiento (superior a 4 kg).
  • Obesidad
  • Retraso en la maduración
  • Hipoglucemia neonatal (niveles bajos de azúcar)
  • Ictericia neonatal (bilirrubina elevada)
  • Sufrimiento fetal
  • Traumatismos.

Tanto las complicaciones del feto como las que afectan al embarazo se correlacionan con los niveles de glucosa de la madre, por ello, NO DEBE PREOCUPARSE siempre pueden prevenirse con una normalización de los mismos.



¿Cómo se trata la diabetes gestacional? 

Se basa en tres pilares fundamentales

  • Realizar una alimentación saludable y equilibrada
  • Practicar actividad física moderada, por ejemplo dos o tres paseos de 20 min preferentemente después de la ingesta.
  • Tratamiento farmacológico con insulina. Las pastillas antidiabéticas o antidiabéticos orales están contraindicados durante el embarazo y la lactancia. Se aconsejará el tratamiento con insulina cuando no se logra un buen control glucémico con la dieta y el ejercicio o si aparece macrosomía fetal (excesivo tamaño). La insulina administrada a la madre no perjudica al feto. Normalmente después del parto, los niveles de glucemia se normalizan y la administración de insulina se suspende inmediatamente.

La dieta es el punto fundamental en el tratamiento de la diabetes gestacional. Si se realiza adecuadamente, permite controlar las cifras de glucosa en la mayoría de las embarazadas (en torno al 85%).

Con la dieta se pretende distribuir los hidratos de carbono necesarios a lo largo del día para que no se produzcan en la sangre ni cifras muy altas (por haber tomado grandes cantidades), ni cetona por haber pasado mucho tiempo en ayunas. Es conveniente repartir la ingesta diaria en tres principales comidas (desayuno/comida/cena) y tres tomas suplementarias (media mañana/merienda/acostarse).

Además se recomienda que los hidratos de carbono sean fundamentalmente complejos, de absorción lenta (legumbres, pan, pasta, patatas, etc…), debiendo evitar aquellos que son de absorción rápida (Azúcar, Miel, Bebidas azucaradas, pasteles).



¿Cómo conocer si el control metabólico de la Diabetes gestacional es adecuado?

Como ya sabe, los niveles de glucosa pueden medirse con una gota de sangre extraída del dedo (llamado glucemia capilar) y su determinación permite comprobar si el tratamiento está siendo eficaz. El número de determinaciones diarias de glucosa depende de cada embarazada. Cuantos más altos sean sus niveles de azúcar y más varíen día a día, mayor número de mediciones serán necesarias para asegurar un buen control de la diabetes.

Se recomiendan hacer determinaciones tanto antes como después de las comidas. Durante el embarazo la glucemia en ayunas o antes de las comidas no debe superar los 95 mg/dL, una hora después de la comida será menor de 140 mg/dL y dos horas después de comer menor de 120 mg/dL.

Respecto al parto, el embarazo de la mujer con diabetes gestacional suele finalizar como el de otra cualquier gestante.

La diabetes gestacional no incide sobre la lactancia y se puede dar el pecho con normalidad.



¿Qué pasa con la diabetes después del parto?

La mayoría de las diabetes gestacionales (95%) desaparecen después del parto. Sin embargo, en un pequeño porcentaje de casos la alteración continúa. Por eso a los 2 meses tras el parto, o tras finalizar la lactancia, se debe practicar una nueva curva de glucemia para comprobar si el trastorno de la glucosa se ha corregido.

Aunque se haya normalizado, se recomienda realizar analítica cada 3 años porque las mujeres que han tenido una diabetes gestacional tienen mayores posibilidades de tener con los años una diabetes tipo 2 (la característica de los adultos). La probabilidad de que aparezca esta diabetes se relaciona con factores familiares y también con el sobrepeso. Por eso se aconseja que las mujeres que han tenido una diabetes gestacional mantengan su peso dentro de límites normales, siguiendo una alimentación sana y realizando ejercicio de forma regular.

En resumen: La mayoría de las mujeres con diabetes gestacional tendrán un embarazo y parto normal y un bebé sano. Si usted mantiene la glucosa en un nivel adecuado, el riesgo de que tenga alguna complicación es el mismo que si no tuviera diabetes gestacional. PERO sin tratamiento la diabetes gestacional puede causarles problemas de salud a usted y a su bebé y por eso es tan importante que colabore con sus profesionales de la salud para mantener los niveles de azúcar en sangre bajo control.