La insulina es una hormona imprescindible para la vida. Todas las personas con diabetes tipo 1 y gran parte de las de tipo 2 necesitan administrarse insulina para controlar su enfermedad.
Multimedia
La insulina es una hormona imprescindible para la vida. Todas las personas con diabetes tipo 1 y gran parte de las de tipo 2 necesitan administrarse insulina para controlar su enfermedad, pero esta sustancia no se puede dar en forma de pastilla porque es una proteína y se degrada en el aparato digestivo, por lo que es necesario inyectarla en el tejido subcutáneo.
La técnica de administración es fácil y sencilla, pero es importante aprenderla correctamente porque si se realiza de forma errónea esto repercutirá en un control deficiente de la enfermedad. Generalmente se utiliza plumas de insulina Precargadas: una vez que se termina la insulina, se desechan y no se pueden recargar. Son instrumentos fiables y precisos, y hoy explicaremos su técnica de uso.
Preparación de la pluma para la inyección
- Higiene correcta de manos: lavarlas con agua y jabón si no estuvieran limpias.
- Comprobación de que la insulina corresponde con la que debe administrarse en ese momento, si el paciente debe inyectarse más de un tipo de insulina.
- Retirada del tapón protector y revisión el aspecto de la insulina.
- Hay insulinas en que el contenido debería ser claro, incoloro y libre de partículas como las insulinas rápidas o los análogos de insulina lentos.
- En otros casos, como la insulina NPH o mezclas de insulina, su aspecto será turbio y debemos realizar su suspensión (es decir la obtención de una solución homogénea). Para ello haremos rotar la pluma entre las palmas de las manos sin agitar.
- Colocación de la aguja. Se aconseja colocar una aguja nueva en la pluma por cada inyección y retirarla después de cada uso. Todas las agujas están preparadas para un solo uso. Su reutilización hace que se despunten, pierdan lubricación, duelan más y faciliten la aparición de hipertrofias. La longitud de la aguja se la indicará el equipo sanitario que le atiende.
- Quite el sello protector del capuchón externo de la aguja.
- Empuje la aguja en la pluma y enrosque hasta que quede ajustada.
- Retire el capuchón externo de la aguja y déjelo a un lado. Lo necesitará para extraer la aguja más adelante.
- Quite la cubierta interna.
- Cebado o purga de la aguja. Se realiza para comprobar que la aguja no está obstruida y para eliminar burbujas de aire:
- Cargar 2 unidades de insulina girando el selector de dosis
- Mantener el dispositivo hacia arriba y presionar el pulsador para asegurarse que la insulina llena toda la aguja y el aire de la aguja se ha eliminado. Durante el proceso se verá salir una pequeña cantidad de líquido (insulina) por la punta.
Realización de la inyección
- Cargue la pluma, esta vez con la dosis de insulina que se ha de administrar. No es necesaria la desinfección con alcohol si existe una buena higiene de la zona. Su dosis puede se inyectada en cualquiera de las zonas sombreadas de la figura. Siga las recomendaciones del profesional sanitario sobre donde inyectarse.
- Tome la pluma en una mano y pellizque si fuera necesario la piel con la otra. Un pellizco se realiza con los dedos índice, corazón y pulgar, abarcando la piel y grasa pero no el músculo. Hacer el pliegue es relativamente fácil en el abdomen y las piernas, pero es más difícil en los brazos (donde se necesita ayuda de otra persona) y en las nalgas (donde no es necesario hacerlo por el grosor del tejido subcutáneo de esta zona). Generalmente se aconseja utilizar un ángulo 90º.
- Para inyectar sujetaremos la pluma con todos los dedos de la mano como si se tratase de un puñal. Se introduce la aguja con suavidad y rapidez, no es necesario hacer fuerza.
- Presione el botón pulsador hasta el final y espere unos diez segundos para que entre todo el líquido, y después retire la aguja. Si se retira la aguja demasiado rápido, la insulina goteará y la dosis recibida será menor.
- No se preocupe si sale sangre de la aguja después de sacarla de la piel, presione suavemente pero no frote hasta que ceda el sangrado.
- Desenrosque la aguja hasta separarla del resto del dispositivo y deséchela. Para ello puede usar el capuchón externo para evitar pincharse accidentalmente.
- Vuelva a colocar el tapón protector de la pluma. Nunca deje la aguja de la pluma colocada para la próxima inyección, esto haría que la insulina almacenada en el cartucho estuviera en contacto con el aire.
Los factores que influyen en la absorción de la insulina
Aunque nos administremos la insulina en la misma cantidad, con la misma técnica y aproximadamente en el mismo lugar, la absorción variará de un día para otro dependiendo de una serie de factores. Esto influirá a su vez en la variación de los valores de glucosa. Algunos de estos factores son:
- Pérdida de la actividad de la insulina por inadecuada conservación
- Mala suspensión (mezcla) en las Insulinas premezcladas o NPH
- Uso de agujas de longitud inadecuada, si es demasiado larga la insulina irá al músculo y si es muy corta a la piel, con lo que la velocidad de absorción varía.
- Escasa rotación en los lugares de inyección. Es necesario ir variando los lugares de inyección de insulina, si la ponemos todos los días en el mismo punto se pueden formar abultamientos llamados lipodistrofias.
- Variación de la absorción relacionada con el lugar de inyección. Si la zona está recibiendo más riego sanguíneo la velocidad de absorción será mayor y por tanto la insulina actuará más durante las primeras horas y menos durante las últimas. Esto ocurre si la zona está más caliente (por ejemplo por exposición solar, calor local, sauna...), también si realizamos un masaje en la zona o por ejercicio físico.
Información práctica sobre su almacenamiento y transporte
Las insulinas que estamos utilizando se recomienda almacenarlas a una temperatura menor de 30ºC.
- Se puede mantener la pluma a temperatura ambiente durante 4-5 semanas sin perder efectividad (en un cajón, bolsillo). Después de este periodo es aconsejable desecharla, aunque queden restos de insulina.
- No conviene dejarla cerca de los radiadores, ni en verano cerca de ventanas o en el interior de vehículos, donde podría alcanzar temperaturas superiores a 30ºC.
- Mantener la insulina siempre con el capuchón puesto.
Los dispositivos o plumas que no se han empezado conviene almacenarlos en la nevera entre 5-8º. Mejor en la puerta que en el fondo para evitar contacto con el hielo, dado que a por debajo de cero grados se inactiva.
Transporte
- En vehículos de transporte por carretera la insulina se deberá proteger de los cambios bruscos de temperatura (neveras o termos)
- En avión todo el material deberá ir en cabina como equipaje de mano, repartido en dos bolsos de viaje. No se debe facturar porque en la bodega del avión podría congelarse y por lo tanto inactivarse. En ocasiones es necesario un informe médico que autorice al pasajero a llevar el material como equipaje de mano, dado que contiene objetos punzantes (agujas, lancetas).