Escuela de Pacientes del Servicio Riojano de Salud
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Cualquier enfermedad del corazón puede acabar provocando una insuficiencia cardiaca en los estadios finales de la enfermedad.

¿Cómo funciona el corazón normal?

El corazón normal y sano es una bomba fuerte, musculosa, un poco mayor que un puño. Bombea la sangre continuamente a través del sistema circulatorio. 

Tiene cuatro cavidades. Las aurículas son las cámaras de llenado y los ventrículos las cámaras contráctiles. El Ventrículo Derecho envía la sangre a los pulmones y se transforma en sangre oxigenada, ésta se desplaza hasta la Aurícula Izquierda, y a continuación pasa al Ventrículo Izquierdo que la impulsa a todo el organismo.

Para que el corazón funcione correctamente, las cuatro cámaras deben funcionar de manera sincronizada, las válvulas cardiacas deben abrirse y cerrarse perfectamente y el músculo del corazón debe estar sano y fuerte y necesita recibir un aporte adecuado de sangre por las arterias coronarias.

¿Qué es la insuficiencia cardíaca congestiva (ICC)?

Es una enfermedad crónica en la que el músculo del corazón no puede bombear suficiente sangre a través del sistema circulatorio, y no satisface las necesidades de nuestro organismo. Todos los órganos tienen un aporte inadecuado de oxígeno y nutrientes, de forma que no llega suficiente oxígeno a los órganos.

Causas de la ICC

Cualquier enfermedad del corazón puede acabar provocando una Insuficiencia Cardiaca en los estadios finales de la enfermedad.

La causa más frecuente es el riego inadecuado del corazón. Cuando un paciente tiene un infarto de miocardio, muere parte del músculo cardiaco, que es sustituido por una cicatriz sin capacidad contráctil; esto disminuye su capacidad de bombeo. Además las placas de grasa en las arterias coronarias impiden el riego adecuado del músculo cardiaco que al no recibir oxígeno y nutrientes se contrae con más debilidad por lo que se vuelve más débil.

La segunda causa más frecuente es la Hipertensión Arterial, cuando de forma prolongada las cifras tensionales están por encima de 140 mmHg (sistólica “la alta”) y 90mmHg (diastólica “la baja”) afectan al corazón que acaba haciéndose muy hipertrófico, grueso, fibroso y duro, disminuyendo sobre todo el llenado del mismo, y en estadios más avanzados también disminuye la fuerza de contracción.

También pueden llevar a una situación de ICC: Enfermedades de las válvulas cardiacas, porque abren o cierran mal. Enfermedades del músculo cardiaco o miocardiopatías. Inflamaciones del músculo cardiaco o miocarditis. Cardiopatías congénitas (“de nacimiento”). Tóxicos como el alcohol. Arritmias, etc.

Síntomas

La incapacidad del corazón de impulsar la sangre hacia el organismo hace que ésta se acumule de manera retrógrada, son los síntomas congestivos que los pacientes llaman “encharcamiento”. El acúmulo de sangre en los pulmones provoca sensación de ahogo o de falta de aire (disnea), que aumenta al tumbarse en la cama y que a veces se acompaña de tos con expectoración flemas o mucosidad rosada. El acúmulo de sangre también ocurre en las piernas, con edemas o hinchazón.

Asimismo hay síntomas derivados del bajo flujo de sangre a todos los órganos, causando fatiga, debilidad, desorientación, disminución de la diuresis, digestiones pesadas.

Tratamiento (dieta y ejercicio)

Medidas higiénico dietéticas: La dieta debe ser pobre en sal (< de 2,5 gramos), sin grasas saturadas, e hipocalórica si existe sobrepeso. Abandonar el hábito tabáquico y el alcohol. Disminuir o dejar el consumo de café y bebidas estimulantes. Se debe realizar un ejercicio físico moderado y adecuado, aeróbico, evitando los esfuerzos intensos. Vigilar las cifras de Presión arterial. Comentar con su médico o cardiólogo un empeoramiento de los síntomas. Es conveniente la vacunación (gripe estacional, Covid, etc.)

Farmacológico: El tratamiento diurético ayuda a resolver los síntomas congestivos. Los vasodilatadores relajan las arterias haciendo que el corazón trabaje contra menos resistencia y facilitan su función. Hay otros muchos fármacos que se introducen paulatinamente según la necesidad, respuesta y tolerancia. Otros fármacos deben evitarse porque pueden empeorar la ICC (antinflamatorios, corticoides…)

Otros Tratamientos: Existen otros tratamientos que son específicos para cada tipo de enfermedad o para cada situación clínica. Su equipo médico valorará estos tratamientos y se los recomendará si pueden ser beneficiosos para usted.

A pesar de las muy variadas opciones de tratamiento, el diagnóstico de ICC implica un pronóstico grave serio.  Es por ello que los profesionales sanitarios enfocamos nuestros esfuerzos en impedir llegar a esta situación, insistiendo en un control adecuado de los factores de riesgo cardiovascular (tensión arterial, colesterol y diabetes), evitando el tabaco y el alcohol y siguiendo una dieta equilibrada y ejercicio regular.


En la página web www.heartfailurematters.org tendrán acceso a gran cantidad de información, así como a videos explicativos para pacientes y familiares que les pueden ser de gran ayuda