Pocas personas conocen las razones y sobre todo las cantidades recomendables de una dieta baja en sal.
No es preciso cambiar todos sus hábitos alimenticios al mismo tiempo, esto es una meta condenada al fracaso. Es mejor establecer pequeños cambios que a la larga conseguirán grandes resultados. Uno de los objetivos fundamentales de la dieta es reducir la obesidad y disminuir las cifras de tensión arterial.
La mayoría de las personas saben que una dieta baja en sal y en grasas es buena para la salud, pero pocas personas conocen las razones y sobre todo las cantidades recomendables.
La sal
Uno de los componentes de la sal que tomamos con los alimentos, es el sodio (se representa Na), éste es un mineral necesario en pequeñas cantidades para algunos procesos del cuerpo.
Demasiado aporte de sal, aumenta su tensión arterial. Esto a la larga va a producir un estrechamiento de las arterias haciendo que su corazón tenga que trabajar con más dificultad.
Por otro lado, también provoca retención de líquidos, de este modo sus tobillos se hincharan, y tendrá mayor dificultad para respirar.
Si usted tiene problemas cardíacos, no añada más dificultades a su corazón, ¡Ayúdelo! Reducir el consumo de sal a menos de 2'5 gramos/día, (equivalente a 3-4 “pizcas” de sal) es un objetivo fundamental.
Lea estos consejos atentamente y procure seguirlos:
- Cocine sin sal
- Retire el salero de la mesa
- Utilice condimentos para mejorar el sabor como ajo, perejil, vinagre, limón y hierbas aromáticas (romero, tomillo...)
- No utilice condimentos que sepan salados como los concentrados de carne. Tienen un alto contenido en sal
- Evite comidas con alto contenido en sal
- Alimentos prohibidos por su alto contenido en sal
- Pan y bollería (compre pan sin sal)
- Embutidos: chorizo, salchichón, mortadela, lomo, salchichas tipo frankfurt, jamón serrano y jamón cocido (tipo York)
- Salsas tipo mayonesa, mostaza o kétchup
- Todas las conservas: latas de tomate, latas de espárragos, sardinas en lata, atún en lata. En definitiva, todos los alimentos enlatados
- Alimentos congelados precocinados
- Leche en polvo y leche condensada
- Quesos de todos los tipos, salvo el queso fresco del tipo Burgos "sin sal"
- Aperitivos: patatas chips, aceitunas, anchoas y frutos secos
- Bebidas embotelladas incluida el agua
- Debe saber que todos los alimentos enlatados, congelados, precocinados y comidas rápidas tienen sal
- Lea las etiquetas de los ingredientes de los alimentos y busque el contenido de sal o sodio (Na), hágalo también con el agua y otras bebidas embotelladas. Escoja siempre para beber agua con bajo contenido en sal
Las grasas
Las grasas son esenciales para el funcionamiento de nuestro cuerpo.
Por su relación con la enfermedad cardiovascular podemos definir cuatro tipos distintos:
- Grasas monoinsaturadas como el aceite de oliva.
- Grasas poliinsaturadas como el aceite de girasol o de maíz.
- Grasas saturadas como las grasas animales (sólidas a temperatura ambiente).
- Grasas Trans (ácidos grasos insaturados que son sometidos a un proceso de hidrogenación), al hidrogenarlos se mantienen más sólidos y son menos susceptibles al enranciamiento. Grasas utilizadas a nivel industrial para determinados alimentos como por ejemplo bollería, snacks, mantequillas.
Los dos primeros grupos de grasas son buenas y necesarias para el organismo, el mayor problema lo constituyen las grasas saturadas y las grasas trans.
El colesterol es una grasa que está presente en la sangre, la mayor parte se forma en nuestro hígado a partir de las grasas que comemos y cumple diversas funciones en la formación de células y tejidos. Si comemos muchas grasas saturadas se eleva el contenido de colesterol en la sangre y éste, junto a otras grasas, se deposita en el interior de los vasos sanguíneos y con el tiempo obstruyen el paso de la sangre, de este modo una zona de nuestro cuerpo no va a recibir la sangre necesaria (se produce la angina, el infarto ó la trombosis).
En la siguiente tabla vemos los alimentos que debe evitar. Su alto contenido en grasas saturadas grasas trans y colesterol hacen que no sean saludables.
Alimentos ricos en grasas y colesterol que debe evitar:
- Embutidos: chorizo, salchichón, mortadela, salchichas tipo Frankfurt, jamón cocido y jamón serrano salvo la parte magra
- Leche entera. Utilice leche semidesnatada o desnatada.
- Derivados lácteos como mantequilla y todos los quesos. Utilice margarina de girasol ó de maíz en cantidad moderada
- Productos de pastelería y bollería como las tartas, pasteles, magdalenas, sobaos y croissant. Especialmente de origen industrial
- Carnes rojas: cerdo, vaca, buey, cordero, pato y vísceras en general (riñones, mollejas, sesos...). Sin embargo, puede comer ternera sin grasa, pollo retirando la piel para cocinarlo y conejo. Puede comer todo tipo de pescados incluidos los azules.
- Yema de huevo
- Fritos y rebozados
Cambiar sus hábitos alimenticios puede ser complicado. La meta es conseguir reducir el contenido de sal y de grasas de su alimentación y al mismo tiempo tratar de mantener el mejor sabor. A la hora de cocinar, es mucho mejor para su salud usar el microondas, el horno o cocer los alimentos; En caso de tener que freírlos, evite los rebozados y utilice la modalidad "a la plancha".
Otro aspecto a tener en cuenta es la cantidad de líquidos que puede tomar, debido precisamente a la retención de líquidos propia de los pacientes con insuficiencia cardiaca, es probable que su médico le haga ciertas recomendaciones al respecto, tales como controlar la cantidad que ingiere (nos referimos al total de líquidos, no solo agua sino zumos, café con leche, sopas, caldos...) y controlar la cantidad que orina diariamente.
Si está tomando diuréticos, es decir medicamentos para orinar más, puede que disminuyan las cifras de potasio en sangre ya que este se elimina por la orina. El potasio es una sustancia esencial para el organismo, es por ello que a veces le recomendaran suplementos de potasio en forma de pastillas, jarabes o a través de alimentos ricos en él como las frutas y verduras frescas (sobre todo kiwi, plátano y tomate crudo). Otras veces ocurre lo contrario, bien por un mal funcionamiento del riñón o bien por tomar medicamentos que elevan el nivel de potasio en sangre, nos podemos encontrar con un exceso de éste y tan malo es para su salud el exceso como el defecto de potasio. Su médico, a través de un análisis de sangre comprobará de vez en cuando que su nivel es el correcto.
Asimismo, su médico o enfermera le pueden aclarar cualquier duda sobre la dieta más adecuada a sus gustos y posibilidades.